Despertar.

 

Obe sueña, almenos esa es la interpretación humana de las vivencias de la mente cuando la funda psicobiodegradable dormita –más Lovecraft y menos Freud-. Bajo el cristalino caparazón que lo protege de las inclemencias del hado nocturno, Obe se entrega con placer y a veces con desdicha y dolor a las tareas que impone Dark cuando imparte las lecciones de vuelo dragonil. La bóveda de cristal que cubre el descomunal lugar de reposo , fue uno de los tantos inventos o extravagancias que su progenitor diseñó como espacio privado para Obe, y para su mundo onírico. El inveterado Dark, aquel dragón que decidió reclutar a Obe, es decir, -a lo que en ese caparacho bípedo habita-, para formar parte de los defensores de Gea, al mando de uno de los miles de escuadrones que dan muerte a los virus que carcomen las entrañas de este hermoso animal esférico, impartía su filosofía extraterrena aprovechando las horas de sueño del juvenil Obe. Dark designó a Grombulk como guardián de Obe, en sus múltiples universos mentales. Grombulk es un hipercubo, un dragón de geometría espacial con poder de actuar sobre las variaciones temporales de nuestro universo. Este dragón guardián de los revoloteos de Obe sobre el mundo despierto de Gea, entabló relación con todos los seres nocturnos que cuidaban o amenazaban a la salud de Obe, por ejemplo, con el grasiento y peludo cuadrúpedo canino llamado Fox, quien velaba los sueños de Obe recostado sobre sus pies, fraguó una amistad envidiable.  Las tinieblas ceden su dominio al indomable Helios, los gúgoles de neutrinos vuelven a perforar a Gea, los fotones cubren la faz de esta mitad de planeta, con heliogábalo placer iluminan la piel del esférico. La voz de trueno de Salvador no se hace esperar, y se abre paso entre los tempranos cacareos del Gallo Guineo y sus damiselas traicioneras, -Levántese Obe, la escuela espera-. Fox trepa por sobre los lomos de Grombulk, irrespetando el sueño del dragón, para ir a presentar los saludos mañaneros a su amo y señor.


Obe está pegado a su redondo camastro, se acurruca e implora por que el fin de semana acuda a su vida y lo libre del tormentoso acto de asistir a la escuela, pero tanto barullo, sumado al trueno mandatorio de Salvador, lo hacen maquinar y planea el exterminio de todas las gallináceas que habitan en la Cuadra, y sobre todo del Gallo Guineo, quien por costumbre tiene en las mañanas armar la camorra al Gallo Culincho y a su séquito de guaricas ponedoras de huevos verdes. De puro vanidoso el Guineo baja de su guarida diestramente montada sobre un enorme Nogal, haciendo crepitar el aire en un infernal ruido, y mostrando su habilidad para agarrarse al tronco del árbol, porque puede volar, pero es más amenazante su deslizamiento al puro estilo del Conde Dracula
Al escándalo mañanero se une el cachorro Fox, quien ha jurado dar muerte al jefe de la manada de Gansos, al terrible Pepor -alias el trompesierra-, pues hace no mucho que éste dio buena cuenta de las nachas de Foxito, por su atrevimiento de ir a ladrar a sus náyades, cuando éstas salían de sus lujosas cabañas de bareque para dirigirse a la laguna lágrima.  Otra atronadora llamada de Salvador, mete prisa a Obe para enfrascarse en el uniforme Kaki , que el centro de estudios borreguiles –La Escuela Miguel Riofrío- exige a sus pupilos. Despide a Grombulk, pues éste solamente debería velar sus sueños, y no andar metido en las dimensiones de los humanos “despiertos” más el dragón le advierte que debido a su divagar y a su predispocisión a la camorra, Dark ha exigido que el resbaladizo Bollrock cuide sus pasos hasta dentro de las mismas aulas mata neuronas , que preside el profesor Félix, que a sus anchas se pavonea por los predios de la Escuelita de provincia. -Buen tipo este Félix, bonachón, eternamente apasionado de las épocas pretéritas, pero lleno de artimañas para inducir a los jóvenes cerebros al estancamiento , preciso y ducho para meter a la fuerza toda la historia falsa que tiene este pedacito de planeta tierra llamado Ecuador, en los cerecates de los infantes -.  Obe inicia el descenso de las escaleras que descienden de su cúpula del sueño, los aromas de los cientos de seres vegetales de La Cuadra, invaden su instancia cerébrica, los olores del potaje mañanero que nutrirán su cuerpo hacen que se descuide de la ya vieja costumbre de Don Mashifú, junto a sus guerreros :Kimba, La Coca, Melkor y demás felinos contumaces, de arañarlo para hacerle ver que los reyes de La Cuadra son los Felinos Cósmicos. Antes de partir a la escuela, ya tiene que vérselas con las reprimendas de su progenitor, pues su recién planchado y almidonado uniforme kaki, es ahora traje de buhonero. Obe reclama a los cielos por la pronta culminación de la semana de clases en la escuela, pues añora vestir con traje de batalla para poner orden entre tanto ser que habita en La Cuadra, y así VIVIR. Camina con su pesado macuto lleno de libracos infames, por el sendero que conduce a la alcoba del Grillo Verde Caña, que dominado por Salvador, en sus lomos y a saltos descomunales los llevará al Centro de Estudios Borreguiles, a cumplir con su destino de aculturizacion. El sendero lleno de bichos de todo tipo, ofrece el mejor escenario para que Gansos, Guineos, Culinchos, Torcazas y Coculíes se burlen a voz en cuello y a panza rugiente de Obe y su tormento diario. Bollrock parece disfrutar del barullo y algarabía de los oprimidos gallináceos que pronto sentirán el calorcito de la olla de barro, para hacer de ellos el mejor aguado sureño. Solo Bonifacio, el orejudo y mágico conejo entiende el sufrimiento de Obe por dejar sus dominios, Bollrock se saborea, tiene debilidad por esta especie terráquea, y más por Bonifacio que ya lleva 6 kilos y va en aumento.

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