Glaciares envejecidos y chorreantes. Castillo desvanecido en un acarreo de piedras. Cumbre tropical que el caballero Whymper holló, dando apellidos a sus cúpulas enfilándose al sol; hundiéndose en ápice níveo, antes del crepúsculo, izó bandera pirata sobre esa formidable cúspide, materializando la cima del mundo que creyó ver.