Desde la cima del Rucu Pichincha, en un majestuoso día con Helios dominando el cielo, entrada ya la mañana, -de madrugada para los citadinos de la ciudad serpiente-, montado sobre el primer vagón del ominoso masificador de páramo; visité las polvorientas rocas del noble Rucu Pichincha. Benevolente y mudo vestigio es esta Roca hermosa, de una era olvidada, de unos páramos prístinos, llenos de vida salvaje. Hoy centinela indefenso de una ciudad de cemento.
Magnánimo Rucu Pichincha, a tus pies la ciudad serpiente en su centro norte, al fondo casi invisible el Cayambe
Al fondo el generoso nevado Antisana, sus deshielos sacian la sed del bípedo ne la ciudad serpiente
Desde la cima del Rucu Pichincha, en un majestuoso día con Helios dominando el cielo
Mostrandose enorme y polvoriento el volcán Guagua Pichincha
Desde la izquierda, Corazón, Ilinizas sur y norte, en el centro el Atacazo