¿Se ha enfadado de veras doña Angela Merkel? ¿O algún mandatario de alguno de los tantos pueblos espiados?¿El pueblo ha reclamado lleno de ira por la vulneración de su “información”?Nadie en su sano juicio se quejaría. Todos los cuerdos quizá se quejan en secreto… pronto se sabrá por Assange o porSnowden o porque ellos mismos alardearán en sus muros virtuales en las redes geo-sociales del chismorreo un Facebook, tal vez en un diminuto gorjeo en twitter.
¿Quién no espía desde las redes sociales? Camuflándose o no con seudónimos o nombres falsos, trolls los denominan los adictos al chismorreo virtual, siendo grotescos con las criaturas de origen feérico, que por seguro jamás estudiaron.
Si no deseas ser espiado, en alguna media, deja entonces de usar la tecnología del Gran Hermano, claro eso sonó a herejía, pues estamos esclavizados ante las cositas del mundo tecnológico. El hombre-cosa la “felicidad” en las cosas en lo material. Inmersos en el tallarín de las ondas de radiofrecuencia, navegando mucho tiempo con los aparatitos que permiten publicar hasta el momento de un eructo, y que miles pondrán un LIKE.
Mejor sería volverse un troglodita a de cabo a rabo.
Pongamos las cosas claras. El humano por necesidad de supervivencia o no, siempre se ha interesado en la vida de los otros. Más aún los gobiernos, los poderes sean democráticos o no lo espían a diario. Quien tiene la información tiene el poder. Quien se adapta al cambio es el que manda. Es una ley natural. ¿Acaso se rasgarán las vestiduras si leyendo un poco de historia se enteran que en la antigüedad mataban por apoderarse de un pergamino, un papiro ajeno?
La civilización se fundamente en el procesamiento de información y ahora es con la ayuda de la electrónica binaria, propia ajena, obtenida legal o ilegalmente. Ahora más, en un mundo globalizado donde lo que importa es ante todo el poder, la capacidad económica, la posición social, el control del mundo ficticio de esta economía basada en trabajos virtuales, en la necesidad de seguir produciendo aunque el planeta se tueste… porque si no ¿qué haría la gente sin trabajo? ¿Regresar al campo? ¿Ser felices sin la televisión, sin el internet…?
El más fuerte, el más apto, es quien ostenta el poder. Lo curioso es que maldecimos al imperio, pero al mismo tiempo somos esclavos de sus inventos… hasta de su comida chatarra y claro de sus taras también. Y nuestros gobernantes nos espían con la misma tecnología que son espiados sus “organismos secretos”, sus “ministerios de la verdad”. Todos los gobernantes saben que son espiados, de seguro mandan la información con gusto y placer a quien se la pida, por unas monedas quizá, o por una visa tal vez. O porque desean seguir haciendo uso del software y hardware que inventó el Gran Hermano.
Y no me salgan con que el software libre nos hará libres. Cándidos. Eso también lo hizo el Hermano Mayor.
La gran red aprovecha el impulso del escándalo y vende a los afiebrados humanos que han caído en un espantoso estado de paranoia, cursos para aprender a encriptar la información y los correos y demás ficheros que se usan a diario, y claro les venden el programita de encriptación hecho por el tal imperio, o peor aún, recomiendan bajar uno libre que corre sobre la mente del pingüino, del diablito freeBSD quizá. Cándidos.
Y a las empresas les venden por miles de dólares las nuevas generaciones de firewalls, deflectors, hechos por el Imperio. Sirven para dejar entrar fácilmente al dueño del mundo moderno, y claro también para poner trabas a quién lo ha comprado. Bueno para que estén tranquilos que su vecinito europeo o latinoamericano, o chino etc. No los espíe de manera fácil.
Traté por… días de romper la clave encriptada de un fichero que presumo está lleno de curiosidades que “necesito” En verdad trató mi esclavo de silicio, una preciosa criatura con 24 núcleos Xeón de 3Ghz, con caché L de no sé cuánto, con 128GB deram, disco de fibra óptica, etc. La clave era de apenas 8 caracteres alfanuméricos con dos códigos ascii de esos que ponen como caritas en los chateos infernales. El software usado fue libre y luego del propietario, ambos del Gran Hermano por supuesto (aunque algunos hechos por los rusos otros por chinos e indios, pero en todo caso con el lenguaje del Imperio). El resultado, no podía ser de otra forma, informó demorarían cerca de ciento treinta millones de años.
¿Quién tendrá el primer ordenador cuántico o espintrónico? Por seguro que no serán los esclavos de aquellos países que se han convertido en mano de obra y ensambladores de las patentes del Imperio. Y por si de pronto el pueblo Teutón lo logra, ya que Doña Merkel está tan enfadada y quiere mejorar su seguridad y la de su pueblo, que viene siendo espiado por convenio firmado por sus gobernantes de antaño desde el tiempo en que los aliados los dejaron hecho polvo por andar queriendo conquistar al mundo; el más apto, el actual imperio, ya los habrá espiado con pro actividad –que palabreja tan atroz- y se habrá apoderado del inventito cuántico.
¿No quieres que te espíen? ¿No quieres que se enteren ni del chismorreo constante en las redes geo-sociales? Deja entonces de usar la tecnología que no es tuya, aunque la hayas pagado. O sé capaz de inventar, fabricar y vender un iphone, y entonces podrás espiar al resto y quizá te espíen poco o de manera muy mediocre. No envidies.
De Snowden y Assagne, ya dejen de escribir. Como ellos hubo miles y habrá más. Pero no por ellos dejaran de espiar, porque la información sostiene al más apto.
Y no rasgues tu vestidura, que todo es caro en estos días.
A ver si espían algo bueno… mis libros, los nuestros del Blog Editorial Bípedos Depredadores